CÓMO SER MÁS FLEXIBLE MENTALMENTE

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Todos en algún momento seguramente hemos pensado de nosotros mismos “yo es que soy muy cuadriculad@ en esto”, o incluso a veces reconocemos que “los cambios nos cuestan”. Cuando hablamos de esto, estamos haciendo referencia a lo que es la rigidez cognitiva.

La rigidez cognitiva es un fenómeno mental el cual consiste en quedarse atrapado o atascado en un punto, sin saber como salir de ahí. Por supuesto, hay diferentes niveles de rigidez cognitiva y no tiene porque ocurrir con todas las situaciones a las que nos enfrentemos.  La mente humana busca la estabilidad y trata de reducir la incertidumbre a toda costa. Las personas con rigidez cognitiva pueden obviar la novedad o el cambio, manteniendo así su conducta o forma de pensar, aunque esto no les ayude a adaptarse al medio.

Los tipos de pensamientos característicos en la rigidez cognitiva suelen ser:

  • Pensamiento dicotómico, blanco o negro, todo o nada (no tener en cuenta los matices). Por ejemplo: si no me escribe es que no le importo.
  • Filtro mental (seleccionar sólo lo que está acorde con sus creencias e ignorar la información que las contradice). Ejemplo: pasas todo el día con amigos muy bien pero solo te quedas con el momento en que una persona te dijo una frase que no te gustó.
  • Inferencia arbitraria (sacar conclusiones apresuradas o sin contar con la suficiente información). Ejemplo: siento una punzada en el pecho y pienso “esto es un infarto, voy a morir”
  • Razonamiento emocional (creer más al sentimiento que a la evidencia). Ejemplo: me siento triste y, por tanto, creo realmente que no hay futuro, que no voy a salir de ese estado.
  • «Debería» o «tengo que» (pensar que se está obligado a actuar, imperiosamente, en un sentido determinado). Ejemplo: “La gente debería ser amable” “Tengo que ser un buen profesional siempre y dar el 100%” “Debo hacer las cosas bien y merecer la aprobación de los demás”.

Este tipo de errores de pensamiento los tenemos todos en mayor o menos medida y con según que temas.

Para conseguir ser más flexible mentalmente y como consecuencias adaptarnos mejor a las dificultades, a los cambios, tenemos que entrenar nuestra mente en salirnos de este tipo de errores cognitivos. Por eso el primer paso es reconocer que existen y darnos cuenta cuando están funcionando.

Tips para entrenar la flexibilidad mental:

  1. Identifica el error de pensamiento que estás teniendo. Piensa siempre que lo que estoy pensando y sintiendo en ese momento, no es la realidad ni verdad absoluta inamovible que me creo. SIEMPRE hay opciones.
  2. Cuando te descubras diciéndote “no puedo soportar esta situación” o “esto es inaguantable”, ponte en marcha para cambiar ese diálogo mental. Empieza preguntándote si realmente existe una situación que literalmente no puedes soportar. Excepto la falta de oxígeno, comida y bebida, que son indispensables para la vida, las personas pueden “soportar” cualquier situación
  3. Exponte a veces a cambiar de rutina, haz algo improvisado, rompe con las rutinas marcadas y anticipadas, no planifiques algo diario que sueles hacer.
  4. Cuando tengas una situación ajena a ti, practica el generar alternativas de explicación ante esa situación, como un juego, crea diferentes explicaciones posibles a lo que ha pasado.
  5. Utiliza el humor como herramienta de flexibilización. Cuando algo nos molesta, creemos que no lo podemos tolerar, podemos cambiar ese discurso mental utilizando la ironía y el humor. Con eso estaremos relativizando la importancia del hecho.

Nunca es fácil hacer este trabajo mental, requiere un esfuerzo y práctica, pero recuerda siempre que, si eres así de flexibles con otras cosas en tu vida, puedes hacerlo con esto, solo es cuestión de entrenamiento.

Joana Fernández Reyes (M-25891)