¿Cómo son las personas altamente sensibles?- Psicólogos Retiro

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Cada vez es más común escuchar el término personal altamente sensible en nuestro entorno. Es posible que muchos nos sintamos identificados con este término, pero, ¿sabemos realmente lo que significa?, ¿cuáles son sus características?, ¿es un problema ser “altamente sensible”?

¿Qué es ser altamente sensible?

Muchas personas que presentan una extraordinaria sensibilidad al malestar emocional de su entorno, o aquellas que se emocionan con facilidad y/o viven intensa y profundamente determinados acontecimientos de la vida pueden sentirse identificados con este rasgo.

La existencia de estas características puede ser indicativo de pertenecer al colectivo de personas altamente sensibles. Pero, como indica el psicólogo José María Guillén Lladó, es un rasgo que bien gestionado y canalizado puede ser muy positivo en la vida de una persona.

El término de persona altamente sensible fue acuñado por la Dra. e investigadora en Psicología, Elaine Aron en 1991. Este término se dio a conocer en su libro “El don de la alta sensibilidad”. Es un concepto relativamente reciente, que está teniendo una gran repercusión, interés y estudio en la actualidad.

Características de PAS

La Dra. Aron estableció cuatro rasgos fundamentales que debe cumplir una persona altamente sensible:

  1. La persona tiene tendencia a procesar intensamente la información recibida por el entorno. Esta tendencia está relacionada con la rumiación, y a la persona le resulta muy complicado controlarlo.
  2. Sensación de saturación ante la sobreestimulación en situaciones en las que tenemos que procesar información, sensorial y emocional, al mismo tiempo.
  3. La persona tiene una forma profunda y emocional de vivir los acontecimientos que le suceden. Esto se traduce en emocionarse con facilidad, y sentir tristeza con esa misma intensidad. Este rasgo está muy relacionado con una gran capacidad empática, que caracteriza a las personas altamente sensibles.
  4. Sensibilidad a nivel de los cincos sentidos, así como también ante los cambios en el entorno o en el estado de las personas del entorno.

En síntesis, ser PAS se caracteriza por la presencia de los pilares mencionados anteriormente.

De la misma forma que conviene describir el PAS, también resulta necesario determinar qué no es ser PAS. Ser altamente sensible no conlleva necesariamente tener altas capacidades, como muchas veces se relaciona presentar esta característica, de la misma forma que no está relacionado con ser introvertido o tener un trastorno, aunque son rasgos que puede presentar una persona con PAS.

Existe una ligera frontera entre presentar PAS y tener un trastorno. Las personas con PAS no tienen por qué tener necesariamente el diagnóstico de un trastorno psicológico de cualquier naturaleza, ni es imprescindible presentar este rasgo para tener, por ejemplo, un trastorno de la personalidad.

Ser PAS puede conllevar potenciales dificultades, como cualquier otro rasgo. Entre estas, puede encontrarse la dificultad para poner limites en las relaciones personales, como decir no, o la presencia de problemas a la hora de gestionar situaciones estresantes, etc. Para todos estos aspectos, conviene realizar un trabajo de autoconocimiento para tratar de buscar la manera de gestionar mejor la presencia de este rasgo, y la manera en que éste nos puede afectar en nuestra vida personal.

En conclusión, la alta sensibilidad es un rasgo que nos describe y caracteriza, y que influye en nuestra forma de vivir los acontecimientos vitales, y de relacionarnos con nuestro entorno.

No se trata de un trastorno, ni conlleva una connotación negativa necesariamente, sino de una forma de sentir que describe a una persona, y que es necesario conocer y gestionar para poder sacar la parte positiva que nos ayude a crecer en las distintas áreas de nuestra vida.

Pilar Martínez Castillo

Psicóloga Sanitaria en Psicólogos Retiro

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