¿NOS CUIDAMOS LO SUFICIENTE?

Gabriela PiedimonteAdultos, Blog, InfantojuvenilDéjanos un Comentario

APRENDER A SER AMABLE CONTIGO MISMO

Después de dos años muy complicados para la salud física y emocional, posiblemente estemos transitando hacia un cambio social muy importante: la revalorización de la salud mental. En parte gracias a que cada vez se está haciendo más visible a través de las redes sociales especialmente, donde personajes públicos han reconocido abiertamente que acuden a profesionales de la salud mental y esto ayuda a que disminuya el estigma asociado al hecho de hacer terapia. Y en parte porque la pandemia ha hecho más evidentes muchos problemas mentales que antes se ocultaban, de manera que esa inquietud y malestar generalizados está ayudando a normalizar y visibilizar las dificultades emocionales.

Es por eso que ahora el concepto cuidado ya no solo está asociado al cuidado físico, sino también al cuidado emocional, de los demás y especialmente de nosotros mismos. Si incluimos esto como un objetivo a trabajar con nosotros mismos ayudaremos a lograr un equilibrio mental que es muy necesario para poder enfrentar las situaciones vitales que ahora sobre todo cuestan más.

Pero, ¿en que se traduce exactamente el autocuidado emocional?

  • Tratar de reducir el estrés y la presión que nos ponemos a nosotros mismos y caminar hacia los objetivos desde la amabilidad. Hablarnos desde la amabilidad y no desde el castigo ayuda a sentirnos mejor y más motivados, lo que está directamente ligado con la consecución de los objetivos propuestos.
  • Revisión de las expectativas: elegir objetivos y propósitos que sean realistas y adecuados al momento actual. Si además de cuidar nuestro cuerpo, cuidamos nuestra mente y nuestras relaciones, somos más conscientes de lo que necesitamos y esto nos ayuda a estar bien e influye en la percepción que tenemos del mundo, de los demás y de las relaciones.
  • Revisión de nuestro dialogo interno: llamamos diálogo interno a todas esas conversaciones que tenemos con nosotros mismos. Ser conscientes de cómo nos hablamos, especialmente cuando estamos enfadados, tristes, ansiosos… Podemos creer que el diálogo interno aparece en cada uno de nosotros como si fuera algo prediseñado, sin embargo, es justo al revés, va surgiendo y perfeccionándose a lo largo de los años, en función de experiencias vividas, modelos que imitamos de manera inconsciente y nuestra interpretación del mundo. Lo ideal sería que nuestro diálogo interno reconociera, por ejemplo, que estamos pasando un mal momento y se adaptara a la situación para hablarnos de forma más paciente o motivadora; pero suele ser justo al revés, en vez de aparecer la compasión y el entendimiento, lo que suele aparecer es un diálogo mucho más crítico que genera mayor malestar aún. Es decir, en vez de ayudarnos cuando más lo necesitamos, nos tratamos peor y nos lo ponemos más difícil.

Revisar este diálogo interno y tratar de modificarlo poco a poco no solo es posible si no que es fundamental para cuidarnos a nivel mental.

  • También ayuda tener claro por qué y para qué estamos haciendo o pidiéndonos algo, es decir, no es lo mismo querer mejorar algo conscientemente, que ya de por sí suele costar, que querer hacerlo por los demás o porque creemos o sentimos que es una exigencia o algo que se nos ha impuesto.
  • Por último, siempre, pero especialmente ahora, tenemos que ser muy conscientes de la importancia de desconectar y descansar de nuestras obligaciones sin sentirnos culpables. Por tanto, para cuidar de nuestra salud emocional es imprescindible permitirnos descansar.

Con todo esto lo que hacemos es poner el foco en las emociones y en cómo nos sentimos, ya que esto es un aspecto esencial en la vida del ser humano e influye en casi todo lo que hacemos y pensamos. Además, no podemos olvidar que el ritmo de vida acelerado y el hecho de hacer constantemente cosas y tareas nos lleva a funcionar casi siempre de manera automática, sin parar a pensar como nos estamos sintiendo y como nos afecta; inicialmente nos somos consciente de ello, pero seguramente luego vamos a sentirnos irritados, estresados o molestos, por ejemplo.

En conclusión, estamos en un momento en el que cada vez se está permitiendo más a nivel social e individual el poder mostrarnos vulnerables y aceptar que es imposible poder con todo. Aun y todo, esta transición nos cuesta mucho y no es fácil, es por ello que si percibes que esto es algo que te cuesta o que podrías mejorar para tener una mejor calidad de vida, se recomienda acudir a un profesional que pueda valorar y ayudarte a mejorar tu cuidado emocional.

Es decir, si te has sentido identificado con este post o crees haber reconocido a alguien en él y no sabes cómo ayudarte o ayudarle, os invitamos a que os pongáis en contacto con nosotras y desde Psicólogos Retiro estaremos encantada de ayudarte.

Laura Goñi Pérez

Nº colegiada: M-27776

Psicóloga con habilitación sanitaria

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.