Después de más de 60 días de cuarentena, ahora que en la desescalada del confinamiento hemos pasado a la Fase 1, recuerda:
- A todas y todos nos hace ilusión poder reencontrarnos con las personas que no hemos podido ver hasta ahora, pero no olvides las recomendaciones de las autoridades sanitarias. Seamos responsables socialmente.
- Esta situación es nueva, tratemos de entender y aceptar que nos vamos acercando a esa nueva normalidad de la que tanto se habla.
- Ser flexibles para mirar lo que ya conocíamos desde una nueva perspectiva. Flexibilizar nuestra forma de actuar y relacionarnos. Mantengámonos seguras y seguros para cuidar también a las demás personas.
- Prestar atención a todos los aspectos positivos que nos puede ofrecer la nueva situación. Todas y todos, a lo largo de la cuarentena, hemos podido mantener diferentes rutinas que nos han ayudado a gestionar esa situación (mayor comunicación y otras formas de relacionarnos con nuestra familia y amistades, más tiempo compartido para realizar actividades comunes, etc.), y todas ellas pueden seguir presentes en esta nueva fase.
- Escucharnos y tener en cuenta cómo nos estamos sintiendo. En este proceso podemos experimentar nuevas reacciones y emociones ante situaciones que antes eran cotidianas: salir a la calle y pasear, coger el autobús o el metro, ir a una tienda, o ahora en la Fase 1, poder quedar con otras personas en grupo. Poco a poco iremos acostumbrándonos a ello. Si sientes inseguridad, ve haciéndolo de manera progresiva.
- Respetar nuestros ritmos y nuestros límites: aunque a partir de este lunes 25 de mayo podamos realizar nuevas actividades, como quedar con más personas, no es necesario que lo hagamos si no nos sentimos preparadas o preparados.
- Normalizar que, tras la cuarentena y la Fase 0, nos hemos acostumbrado a un nivel de estímulos menor que lo que considerábamos “normal”, por lo que sentir estrés al reencontrarnos en diferentes situaciones puede ser completamente adaptativo. Si notas que tienes dificultades para para gestionarlo, puedes pedir ayuda para que no interfiera con tu vida.
- Comunícate con las personas de confianza que te hagan sentir tranquilidad y seguridad.
- Planificar con anterioridad aquello que se desea realizar para poder hacerlo de forma progresiva.
- Esto también es un proceso de aprendizaje. Probablemente sea sorprendente para todas las personas esta nueva forma de relacionarnos ya que estaremos cerca, pero manteniendo la distancia, y esto es un choque para todas y todos ya que estamos acostumbrados a un mayor “contacto físico”. Tal vez sea raro, pero raro no significa malo.
Aunque la psicoterapeuta Virginia Satir dijo que necesitamos cuatro abrazos para sobrevivir, 8 para mantenerse y doce para crecer, podremos hacerlo. Hemos llegado hasta aquí y se abren algunas posibilidades para relacionarnos con todas las personas que hemos echado de menos durante esta época. Podemos pasear con ellas y experimentar nuevas formas de relacionarnos manteniendo la distancia social para estar seguras y seguros.
A través de lo que decimos y cómo lo decimos también transmitimos calidez. Nuestro lenguaje no verbal nos ayuda. Sonriamos y abracémonos con la mirada. El futuro es incierto, pero podemos compartir planes o metas que deseemos. Cuando todo esto pase, continuaremos; y siempre podemos volver a empezar.