Una de las preguntas que como padres, se nos puede pasar por la cabeza es el como comunicar a mi hijo que nos separamos, de modo que el impacto que genere en ellos sea el menor posible.
Lo ideal en estos casos, es que el menor este al corriente de lo que sucede aunque sea pequeño o incluso ni ande ni hable, por lo menos que este oiga las palabras exactas de lo que va a suceder. En primer lugar, es importante que se informe a los niños conjuntamente para que no crean que uno sea el culpable, se les explica las circunstancias de tal forma que los niños puedan comprenderlas independientemente de la edad que tengan, ya que la información siempre se puede adaptar en función de su desarrollo cognitivo y utilizar un lenguaje adecuado a su etapa evolutiva.
Es necesario animarles a que pregunten y manifiesten sus pensamientos y sentimientos, ayudarles en todo momento a expresar su malestar y no negar que puedan tener emociones negativas como rabia, ira, miedo. Permitirles que las expresen, que las sientan, nuestra labor será ayudarles a que entiendan que es normal sentirse así debido a la noticia.
Es importante hacerles saber, que es una decisión tomada por ambos progenitores la cual está muy medida y que difícilmente exista una reconciliación. Ambos padres tienen que hacerles saber que la nueva situación no va a ser fácil para nadie, puesto que todos van a tener que adaptarse, explicando las ventajas con las que ahora contamos. Y ayudando a que entiendan, que ellos estarán igual de protegidos, que la separación no implica un mayor distanciamiento.
Cuando nos encontramos en la etapa preescolar, la noción del tiempo no está del todo clara, por lo que es importante dejarles claro cuando verán a cada uno y el tiempo que estarán con ellos; “un fin de semana sí y otro no lo pasaréis con papá”. Explicar quién les lleva y recoge del colegio etc.
Cuando por el contrario, la edad del menor es más avanzada, es recomendable hablar de la separación al menos una o dos semanas antes de que se produzca, para darles tiempo a ir adaptándose e ir disminuyendo el golpe que ello supone, así como suavizar el sentimiento de abandono que a veces surge en esta situación.
En la etapa adolescente la sinceridad de los padres es fundamental, porque a esta edad son capaces de comprender que a lo largo de la vida surgen muchas dificultades y problemas en las relaciones, aceptando las razones por las que ambos progenitores han decidido separarse ya que algunas de esas razones, seguro que ellos mismos las viven cada día.
En general, tengan la edad que tengan los niños en el momento de la separación, deben estar informados de la situación, adaptándolo siempre a la edad de los hijos, ya que es importante que entiendan y acepten la situación por futuras consecuencias que podrían surgir si esto no se lleva a cabo de un modo adaptativo.
Es muy comprensible que muchos padres no se sientan preparados para hablar con sus hijos de una separación a causa del dolor y de la preocupación que esto les supone. Hay que dejarles siempre muy claro que el nacimiento de los hijos es lo mejor que ha podido suceder y que se sienten orgullosos a pesar de la separación y los cambios que se puedan producir. Ellos seguirán siendo igual de importantes para los dos, hay que ubicarles en la nueva casa del otro progenitor, ésta también será su sitio y tanto sus juguetes como sus cosas personales, seguirán estando.
Para completar toda esta información, el viernes os dejamos con un vídeo donde hablaremos de otras pautas y de ciertos factores a tener en cuenta para ayudar a una mejor adaptación ante la separación.
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Laura Montero
Licenciada en Psicología M-26668