¿Dices sí a casi todo lo que se te pide?, ¿Eres capaz de replicar a tu pareja y familia pero en cambio aceptas cualquier petición de tus amigos, de tu jefe, o de personas lejanas a ti?
Quizás en tu trabajo tengas que enfrentarte a problemas o dificultades a cada minuto, y quizás lleves muchos años esperando un simple despido por no ser capaz de decir no, tu hermana te dice cada semana que cuides de tu sobrino, tus amigos te piden con mucha frecuencia que les hagas recados. Incluso puedes creer que el mundo quiere consumirte poco a poco.
En muchas ocasiones, el decir no a alguien, nos hace sentir egoístas incluso existe un miedo a perder a la otra persona o a que se alejen de nuestro lado, pensamos que quizá esa persona a la que le hemos negado no vuelva a confiar en nosotros más adelante.
¿A que puede ser debido?
En muchas ocasiones, la capacidad de decir no está estrechamente ligada con una baja autoestima, no obstante, sería recomendable realizar una evaluación para localizar las posibles causas. Por lo general, las personas que tienen poca confianza en sí mismas y se sienten más inseguros a la hora de relacionarse, suelen mostrar un comportamiento más nervioso ante los demás, por miedo a que su imagen este mal vista ante el resto, aceptando de este modo las peticiones propuestas a pesar de no querer llevarlo a cabo. Por lo que constantemente acabamos evaluando una y otra vez las situaciones a las que nos enfrentamos, generando en nosotros un gran malestar.
Dentro de las habilidades sociales, podemos hablar de tres tipos de estilos bastante diferentes, por un lado nos encontramos el estilo agresivo, aquel que “pisa” al resto, imponiendo sus opiniones sin tener en cuenta al resto. Por otro lado, el estilo pasivo el cual prioriza las peticiones y derechos de los demás antes que el suyo propio. Por último el estilo asertivo que respeta los derechos de ambos. En este caso concreto, sería poder decir que no ante las peticiones del resto pero manteniendo una buena relación con la otra persona.
¿Por qué me cuesta tanto decir que no?
Podemos encontrar varios factores, por un lado que el estilo predominante en nosotros sea un estilo pasivo, aunque esto no quiere decir que la forma de responder sea siempre pasiva. Puede ocurrir que la persona sea algo más tímida o que suela ser más dependiente del resto.
Evidentemente, sea por un motivo u otro lo principal es dejar de sentir esa angustia ante estas situaciones, sería conveniente que nuestro objetivo se convierta en respetar nuestros derechos ante el resto en lugar de sentirnos más queridos y gustar. Probablemente esto hará que afrontemos la situación de una manera más adaptada y deje de generarnos tanto malestar.
Aprendiendo a decir no de una manera asertiva, conseguiremos mantener y respetar nuestros derechos a la vez de sentirnos queridos ya que siempre nuestra intención será mantener la relación con la persona a pesar de la negativa a su petición. Cuando durante mucho tiempo hemos respondido siempre con un patrón pasivo cuesta modificarlo, pero es cierto que un estilo asertivo se aprende, siempre y cuando exista una práctica continua y motivación por el cambio.
Este viernes, dedicaremos nuestro vídeo semanal a explicar las principales técnicas para poder decir no, consejos y pautas sencillas para poder ponerlo en práctica, aunque su correcto funcionamiento vendrá con una práctica continua de la misma, como en otros casos recomendamos siempre acudir a un especialista para evaluar la problemática concreta, si dicha situación interfiere significativamente en el día a día de cada uno.