Día Mundial de la Salud Mental Materna

adminAdultos, Blog

El primer miércoles de mayo se celebra el Día Mundial de la Salud Mental Materna con el propósito de visibilizar la importancia de la prevención, detección y tratamiento de aquellos trastornos mentales que pudieran surgir en el embarazo, parto y postparto.

Cualquier mujer es susceptible de padecer un problema de salud mental en estas etapas por lo que este día también pretende aumentar la conciencia de la salud mental materna para favorecer que aquellas mujeres que lo necesiten reciban un tratamiento profesional adecuado. Además, concienciando y normalizando la salud mental materna se logrará minimizar el estigma y la culpa que sufren algunas mujeres con estos problemas de salud.

Cuando una mujer se embarca en el proyecto de ser madre se enfrenta a numerosos retos y cambios, que variarán en función de la mujer y de su contexto e historia personal: conseguir un embarazo exitoso, experimentar cambios hormonales y físicos, sufrir molestias físicas, etc.  También fantaseará con cómo será su bebé y cómo será ella en su papel de madre y, en algunas ocasiones, tendrá que lidiar con traumas o vivencias negativas del pasado que pudieran reactivarse durante el embarazo. Todo esto mientras continúa con su rutina diaria.

Cuando el embarazo llegue a su fin, se enfrentará a un momento delicado: el desconocido e imprevisible parto.

Después de afrontar el parto y tras atravesar todo este recorrido de retos y cambios, descubrirá su nuevo rol de madre y ajustará a la realidad las representaciones e idealizaciones tanto de ella como madre como de su imaginado bebé. La dinámica de pareja también tendrá que ser adaptada para incluir al nuevo miembro de la familia.   

Como podemos apreciar, pese a ser un tiempo de ilusión y felicidad, el embarazo y el postparto son momentos de vulnerabilidad psicológica en los que muchas mujeres tienen que lidiar con emociones negativas, expectativas, contratiempos y malestar. Por ello, en los casos en los que haya sufrimiento emocional y/o presencia de psicopatologías es apropiado recurrir a la ayuda de profesionales para gestionar estos aspectos y promover las capacidades de la propia madre para el cuidado y crianza de su hijo.

Entre las patologías que pueden surgir en el postparto caben destacar, en otras, la melancolía o “blues del postparto” y la depresión postparto.

La melancolía o “blues del postparto” es la patología más frecuente de esta etapa. Los síntomas son un estado de especial sensibilidad, tristeza, cansancio, irritabilidad e, incluso, ansiedad. Se considera una situación transitoria que aparece al tercer o cuarto día del puerperio, remitiendo la sintomatología en torno a la segunda semana. En caso de no ser así y mantenerse en el tiempo, sería aconsejable valorar la ayuda de un especialista.

En relación con la depresión postparto, el comienzo de esta patología es progresivo, puesal estado de ánimoansiosodepresivo se le unen ideas de incapacidad para atender al bebé y culpabilidad por no poder disfrutarlo, que generan una sensación de descontrol y tristeza. En este momento muchas mujeres tienden a aislarse socialmente al encontrase faltas de energía como para tener que socializar y al sentir que esta tristeza que les invade ni coincide ni tiene cabida en el momento de felicidad que su entorno manifiesta. El estado de ánimo triste, la ansiedad, la desesperanza y la culpa pueden llegar a afectar a la relación con el bebé y con los demás círculos de su vida: relación de pareja, familia, amigos, trabajo, etc.

Algunas señales de alarma que pueden indicar sufrimiento psicológico en las “nuevas mamás” son las siguientes:

  • Irritabilidad hacia la pareja, el bebé y los familiares
  • Sentimientos de culpa y desasosiego
  • Sentimiento de no ser una madre suficientemente buena
  • Malestar emocional
  • Preocupación excesiva por la salud del bebé
  • Sentimiento de tristeza persistente
  • Pensamientos negativos o de rechazo hacia el bebé
  • Desconexión de la realidad o alucinaciones
  • Miedo a hacer daño al bebé

No hay que olvidar que los retos continúan tras el postparto: la nueva madre tendrá que enfrentarse a la crianza y educación de su hijo, a su reincorporación a la vida laboral y a la conciliación de esta con su vida familiar, entre otros.

Como se ha mencionado, el embarazo, parto y postparto son momentos de cierta vulnerabilidad psicológica, por lo que, si en algún momento se necesita acompañamiento o tratamiento psicológico, os animamos a solicitar ayuda profesional para mejorar y poder disfrutar de estas etapas.  

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Paula Sánchez Martín (M-35176)