El ghosting es una práctica que se ha vuelto cada vez más común en la era de las redes sociales. Sin embargo, es crucial no normalizar esta conducta, ya que representa no solo un comportamiento irresponsable desde un punto de vista afectivo sino también una forma de abuso emocional.
¿Qué es el ‘Ghosting‘?
El término proviene de la palabra inglesa ‘ghost’ (fantasma), y describe la acción de desaparecer abruptamente de una relación sin previo aviso, como si la persona fuese un fantasma, y dejando a la otra parte en una especie de oscura incertidumbre. Es una dinámica tóxica y una forma de abuso emocional que, aunque no es una novedad, su frecuencia ha aumentado con el uso generalizado de las redes sociales.
Contrastando con las tradicionales rupturas cara a cara en las que se comenta por qué se ha tomado la decisión de terminar la relación, el ‘ghosting’ proporciona a quienes lo practican una vía fácil y cómoda para evitar confrontaciones y explicaciones. Sin embargo, para la persona abandonada, implica una carga emocional abrumadora, llena de incertidumbre, dudas y miedos.
Entonces, ¿en qué consiste el ‘ghosting’? Se puede definir como el acto de terminar una relación íntima, ya sea romántica o de amistad, al no responder a los intentos de comunicación de la otra parte, sin previo aviso y sin que la persona abandonada comprenda qué ha pasado para llegar a esta situación.
Tipos de ‘Ghosting’:
– Minighosting: Aunque las conversaciones continúan, las respuestas tardan mucho en llegar. Estas conversaciones siempre son iniciadas por la misma persona, quien termina siendo objeto del ‘ghosting‘.
– Ghosting pasivo: Es un ‘ghosting’ sutil; ya que, aunque se cancelan planes presenciales, la comunicación en redes sociales persiste mediante ‘likes’. Si bien es cierto que esta forma de comunicarse sigue presente, ya no se producen conversaciones.
– Ghosting intermitente: La persona que practica el ‘ghosting’ aparece esporádicamente en la vida de la persona abandonada a través de ‘likes’, emoticonos o pequeños comentarios, sin llegar a una comunicación profunda.
La importancia de la Responsabilidad Afectiva:
En el difícil camino de superar el impacto del ‘ghosting’, es crucial adoptar estrategias que no solo ayuden a reconstruir y sanar, sino que también fomenten la responsabilidad afectiva. Encontrar el equilibrio entre lo que sentimos y pensamos, y la consideración de las emociones y pensamientos de quienes nos rodean, es esencial, especialmente en los vínculos afectivos.
La responsabilidad afectiva implica ser conscientes de que nuestras acciones y palabras pueden tener un impacto significativo en los demás. Quienes la practican no buscan anular sus propios sentimientos, pero tampoco ignoran las emociones de los demás. En el contexto del ‘ghosting’, lamentablemente, esta responsabilidad afectiva brilla por su ausencia. La persona que lo ejerce no contempla el daño emocional que causará a la otra persona al desaparecer de manera repentina.
Si bien es válido querer poner fin a una relación cuando una de las partes no desea continuar, el ‘ghosting’ no es la forma adecuada de hacerlo. Al terminar una relación desde la perspectiva de la responsabilidad afectiva, se minimiza el impacto emocional negativo para la otra persona. La comunicación clara y respetuosa permite cerrar un capítulo de manera más saludable y consciente.
Consecuencias del ‘Ghosting’: Mucho más que una desaparición
El ‘ghosting‘ no es solo un cierre abrupto de la relación, sino una puerta hacia consecuencias emocionales dolorosas y angustiantes para la persona dejada atrás:
– Es un duro golpe a la autoestima de la persona abandonada, afectando a su seguridad personal: Al intentar darle una explicación a la desaparición repentina, esta persona puede sentir que no es suficiente para la otra, o incluso que no es suficientemente buena para mantener una relación afectiva y que por eso su expareja se ha largado.
– Culpa y autoincriminación: La persona dejada creerá que ha hecho algo mal, echándose la culpa de que la relación se acabase.
– Episodios de ansiedad: La ambigüedad que caracteriza a este acto al no haber una razón clara que justifique la desaparición, puede derivar en angustia y ansiedad, además de provocar que la persona no sepa cómo actuar.
– Obsesionarse por encontrar una explicación para justificar la desaparición: El cerebro necesita saber el porqué de las cosas, especialmente cuando nos hacen daño. El problema que encontramos aquí es que no hay ninguna explicación coherente.
– Dificultad en el proceso de duelo de la ruptura: El ‘ghosting’ no le permite a la persona dejada cerrar el ciclo, ya que no tiene claro los motivos que llevaron a esta ruptura. Es más, muchas personas se llegan a cuestionar si realmente existe esa ruptura ya que nunca se ha hablado sobre ella, generando, de nuevo, mucha incertidumbre.
– Sentimientos de invalidez y humillación: La persona siente que no se le ha respetado, se siente usada y desechada. Además, si se le vuelve a escribir y vuelve a ignorar el mensaje, la persona dejada se sentirá humillada, llegando a pensar que no se merece ni siquiera una explicación
¿Cómo afrontar el ‘Ghosting’? Estrategias para sanar
Superar el impacto del ‘ghosting’ no es tarea fácil, pero existen estrategias para minimizar sus efectos, reconstruirnos y sanar:
– Lo primero es reconocer la situación y no justificar las acciones de la otra persona.
– Evita crear falsas expectativas de que esta situación te va a volver a ocurrir. No generalices esta actitud a tus futuras relaciones afectivas, ya que hacer ghosting no es lo normal
– Afirma tu autoestima y comprende que no fue tu culpa.
– Acepta que la otra persona no tiene interés en mantener la relación: No es fácil conseguirlo, pero es un paso muy necesario. Para esto, debemos tener un contacto cero con la persona, aunque a veces queramos pedirle explicaciones o saber de ella.
– Mantente ocupado cuando te vengan pensamientos de querer hablar a esa persona, ya que, si lo hacemos, podemos caer en un segundo episodio de ghosting que vuelva a dañarnos.
– Evita buscar explicaciones que probablemente no obtendrás: No merece la pena seguir preguntándose por qué nos han hecho esto, lo mejor es simplemente seguir adelante con nuestra vida.
– Expresa tus emociones: Permítete sentir y expresar tus emociones de manera saludable, ya sea escribiendo en un diario, dibujando, componiendo música o compartiendo tus sentimientos con amigos cercanos…
– Evita el aislamiento social: Aunque el rechazo puede ser un duro golpe en la autoestima, es muy importante no aislarse socialmente. Aunque sea una situación complicada, continúa con aquellas actividades que te gusten y te resulten placenteras y no dejes de pasar tiempo con amigos. Mantener una vida social activa puede ser clave para superar la situación.
Conclusión: Reconstruir después de la desaparición
Enfrentar el ghosting no es tarea fácil, pero con el tiempo y el cuidado adecuado, puedes reconstruir tu vida emocional y avanzar hacia relaciones más saludables. En última instancia, el ‘ghosting‘ es más que una simple desaparición en línea; es un fenómeno que afecta profundamente la salud emocional de quienes lo experimentan. Reconociendo sus impactos y adoptando estrategias de afrontamiento, podemos empezar a reconstruir nuestras vidas después de que el fantasma desaparezca. Recuerda, mereces ser valorado y respetado en todas tus relaciones.
Andrea Garcia Castillo
Alumna de psicólogos Retiro
Referencias:
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https://awenpsicologia.com/ghosting-que-es-las-causas-y-las-consecuencias/
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