POR QUÉ NUNCA CUMPLO MIS OBJETIVOS: APRENDE A ENFOCAR TUS PROPÓSITOS DE OTRA MANERA

Gabriela PiedimonteBlog

Con el nuevo año, llegan los clásicos objetivos a cumplir y en la mayoría siempre están formulados de la misma manera: hacer más ejercicio, comer mejor, dejar de fumar, más tiempo para mí, conseguir x o y.

De todos esos objetivos la mayoría de las veces el más afortunado consigue cumplir uno, y la mayoría lo que vivimos es que empezamos con fuerza para luego perder fuelle y volver a los mismos hábitos de siempre.

Hay varios factores que hacen que esto ocurra siempre, entre ellos, la motivación, el perfeccionismo, el miedo a fracasar, la falta de autoestima (no verte capaz), etc.

El que vamos a desentrañar es la formulación del objetivo, cómo nos marcamos el objetivo, las expectativas que tenemos, porque es la base por la cual tomamos decisiones, y empezamos a hacer conductas que van a marcar mucho el camino hacia la consecución del objetivo o no.

Errores a la hora de marcarnos objetivos:

  • Planteados en forma de resultados blanco o negro: lo primero y más evidente es que nos marcamos los objetivos siempre en función de resultados, lo consigues o no lo consigues. No hay puntos medios, no hay subobjetivos y esto marca la diferencia entre conseguirlo o no, porque si pensamos solo en el resultado final puede que nos desmotivemos, que lo veamos difícil, imposible o muy costoso y por tanto acabemos abandonando. Ejemplo: ir al gimnasio 3 veces por semana, en el momento en que falle algún día, alguna hora etc., ya es posible que vaya dejando de ir, porque el objetivo está planteado como ir o no.
  • Concebir el objetivo de una forma concreta ideal, con muchos requisitos, por ejemplo, ir al gimnasio 3 días por semana, pero a clases y en determinadas horas. En el momento en que haya imprevistos, dificultades, este objetivo es muy fácil que se abandone porque nos hemos puesto muchas limitaciones o condiciones para llevarlo a cabo.
  • Conectar con el motivo por el que te has marcado el objetivo: cuando nos marcamos objetivos que son conductas con resultados y no tenemos en cuenta las emociones, vamos a perder motivación y realmente no vamos a conectar con el objetivo como prioridad. Es decir, ¿te has preguntado porque vas a hacer deporte o comer mejor, más allá de es sano para mi o me siento mejor? Es algo que “todos sabemos” pero que sea mejor o mas sano para ti no significa que realmente conectas con ese objetivo como prioridad. Cuando realmente disfrutas comiendo diferente o haciendo un deporte porque lo disfrutas, porque lo pasas bien, porque es tu momento, porque es prioritario es cuando consigues llevar a cabo de forma constante. Si no esta entre tus prioridades de verdad, es un objetivo que se abandonará. Y está bien no pasa nada, pero se sincero contigo mismo y revisa tu escala de prioridades para que no hagas esfuerzos en vano.
  • Conocer nuestras limitaciones y preferencias: haz tuyo el objetivo, en la forma a la que a ti te venga bien, y necesite y vaya contigo, olvídate de la forma típica o correcta en lo que lo hace todo el mundo. Haz lo que te sirve a ti, o de la manera que sea valido para ti, aunque te equivoques.

Como hemos visto, cumplir objetivos empieza por el primer paso más básico que es aprender a marcarlos de forma correcta. Para eso tenemos que darnos cuentas y reflexionar sobre la narrativa que siempre hemos usado e irla modificando poco a poco hasta encontrar la forma en la que a cada uno de nosotros nos sirva.

Joana Fernández Reyes

Nº Colegiada: M-25891